POR JUAN MALDONADO, FOTO DE CLARA BES
como el de la serie Com si fos ahir, que ya se emite por TV3. Conciertos/bolos esporádicos cantando los temas, “entre pop, flamenco, jazz”, de su último CD, Delicada, de la mano de Toni Pagès, compositor, músico… y su pareja. A pesar de su poco tiempo, hablamos un domingo de agosto por la tarde. Amable, clara:
Acaba de estrenar Cabaret, el gran musical de Harold Prince –con más de medio siglo en los escenarios, 30 millones de espectadores en 51 países, representado en 30 idiomas–, dirigido por Jaime Azpilicueta en el Teatre Victòria de Barcelona, hasta febrero de 2018. Encarna a Sally Bowles, la protagonista.
Y porque debo construirlo con responsabilidad, sobre todo, por su carga social y política… Además, la obra se ajusta a su tiempo, el del nazismo, aunque también resulta de una actualidad tremenda. Refleja cosas que pasan hoy”. Y es que Cabaret es un clásico –aquí, con un elenco convincente y una producción impecable– que dice verdades como puños desde el Kit Kat Club berlinés, donde se desarrolla la acción. “Y que aporta no sólo emoción, también reflexión”.
Elena Gadel (Barcelona, 1982), guapa, morena, voz envolvente, “la mejor cantante de Cataluña”, según Àngel Llàcer,
tal vez “porque con entrañas, sobra todo”, dice segura de sí misma.
Rehúye que se le hable de encasillamiento. “Acepto las propuestas que me llegan. Ha coincidido que he hecho mucho teatro musical. ‘Mar i cel’, ‘Grease’, ‘El Petit Princep’, ‘Over the Moon’, ‘Guapos y pobres’… ‘Cabaret’. Estás ahí, tienes tu trayectoria”. Pero también toca otros muchos palos que impiden etiquetarla: jurado en el programa Oh, happy day, doblaje para el documental en 3D Enxaneta,
Hija de granadina y extremeño llegados a Barcelona, madre total de una pequeña de meses, Elena es de esas voces y rostros y miradas cuya profundidad descoloca. Basta recordar la pasión y el brío que pone cantando Bebiendo a sorbos, junto a Manuel Carrasco. O verla cómo da vida a su Sally Bowles y la energía que desprende.
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